Trucos y Consejos
22/4/2024
Tener un incidente con el coche puede ser un momento traumático en nuestra vida. Incluso sufrir un simple pinchazo de rueda mientras circulamos, puede ser una situación que ponga a prueba nuestra capacidad de reacción y de mantener la calma. En general, la mejor manera de afrontar estos shocks emocionales y de actuar correctamente, es realizando precisos y eficaces protocolos o rutinas que hayamos aprendido con anterioridad. En el caso de los accidentes de tráfico, donde incluso las vidas corren peligro, las normativas y recomendaciones de las instituciones cumplen un papel fundamental en el establecimiento de esas rutinas.
Una situación que podemos sufrir todos en cualquier momento es una avería. Si nos quedamos tirados en la carretera, ya sabes que existe una serie de recomendaciones y obligaciones que debemos seguir para poder solventar la situación con total seguridad:
Si nuestro percance ha ido a mayores e implica a otro vehículo, ya sabes que debemos rellenar la Declaración Amistosa de Accidente de Automóvil (DAA), conocida comúnmente como "parte de accidente". Es una operación sencilla y habitual, pero que por los nervios de la situación y las circunstancias, a menudo se nos olvida cómo debemos realizarla.
Pongámonos en un caso peor. Pensemos en que no sufrimos ningún percance nosotros mismos, pero somos testigos o llegamos al lugar de un siniestro en el que se han producido heridos.
En este caso, y si los servicios de emergencia aún no han sido avisados, estamos obligados (de acuerdo al artículo 77 de la Ley de Tráfico) a prestar auxilio a los heridos. Pasar de largo se consideraría omisión de socorro, una infracción tipificada como muy grave y que puede acarrear multa de hasta 500 euros.
Teniendo claro esto, saber prestar ese auxilio y tener claro cómo actuar ante siniestros viales, puede ser determinante para salvar la vida de las víctimas. Renault ha estimado que las posibilidades de sobrevivir de una víctima de accidente de tráfico grave, se reduce al 50% si no recibe atención médica en la primera hora tras ocurrir el suceso (la conocida como Golden Hour).
Para ello, existe un protocolo de actuación para estas situaciones de emergencia, denominado PAS (Proteger, Avisar, Socorrer), y que está reconocido y admitido internacionalmente. En la web de la DGT explican en detalle este protocolo, pero te lo resumimos a continuación:
Proteger
Tras asegurar nuestra presencia tal como veíamos arriba, procederemos a proteger el vehículo o vehículos accidentados, colocando los triángulos tras ellos, retirándoles las llaves del contacto y evitando cualquier posible foco de ignición. No retiraremos ni moveremos ninguna pieza o elemento si no supone un peligro para la circulación.
Avisar
Si somos los primeros en llegar al accidente y los servicios de emergencia no han sido informados, es nuestro deber avisarles a través del número de teléfono de emergencias 112. Debemos ser claros y concisos a la hora de transmitir la información, incluyendo datos de relevancia como ubicación del accidente, detalles del mismo, número de vehículos y heridos, etc.
Socorrer
Por último, queda la tarea de atender a las posibles víctimas, aunque la DGT recomienda hacerlo sólo si tenemos conocimientos de primeros auxilios. Sí podemos realizar acciones básicas como aflojar prendas ceñidas (nunca el casco de los motoristas) o taparles en caso de frío o calor. Eso sí, siempre sin poner en riesgo nuestra propia integridad, para no añadir más problemas al siniestro.
Una vez lleguen los servicios de emergencia, se dará por concluida nuestra labor de socorro y, tras prestar declaración a las autoridades, se nos permitirá abandonar el lugar.
En ese momento empieza la actuación de los servicios de emergencias (desde sanitarios hasta bomberos), una auténtica carrera contra el tiempo en el que cada minuto cuenta.
En España, los servicios de emergencia tienen también su propio protocolo de actuación, denominado Procedimiento Unificado de Rescate en Accidentes de Tráfico, y que está en consonancia con los organismos internacionales. Cuenta igualmente con 3 fases:
el programa Human First de Renault
Precisamente Renault cuenta con su programa Human First, con una serie de iniciativas (labores de investigación y desarrollo, además de formación) con el objetivo de ayudar a los bomberos a realizar más eficazmente las labores de extracción y extinción de incendios.
La marca colabora en la formación de cuerpos de bomberos, a los cuales también cede unidades de sus vehículos para sus entrenamientos.
Por si fuera poco, Renault también colabora con asesores de los cuerpos de bomberos para incluir en sus vehículos sistemas que agilicen las labores de rescate. El más apremiante era quizás el QRESCUE, con el cual los bomberos pueden identificar inmediatamente el vehículo siniestrado y acceder a su ficha técnica. Pero también otros que cubren necesidades que han surgido más recientemente con la irrupción del coche eléctrico, como el SD Switch o el Fireman Access.
Son algunos ejemplos de cómo Renault ha querido involucrar a los distintos agentes responsables de la seguridad vial, centrándose en el papel relevante de los conductores y sus acompañantes.
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