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21/7/2025
El establecimiento de zonas de bajas emisiones, con sus etiquetas medioambientales en Europa, la imposición de nuevas tasas en varios países del entorno europeo y una mayor concienciación con el medio ambiente hacen que cada vez más conductores presten atención a detalles que van más allá de la potencia o las cifras de consumo. Por ejemplo, si su coche cumple la normativa Euro 7.
¿Pero exactamente qué es la norma Euro 7? Los cambios en la legislación europea en materia de emisiones nos tienen ya acostumbrados a una mayor exigencia con cada incremento numérico o actualización, pero merece la pena detenernos a conocer sus peculiaridades para saber cómo beneficia este nuevo estándar a los conductores. Y por qué solo los coches más limpios y avanzados podrán cumplirla, como la gama Renault.
La normativa europea sobre emisiones contaminantes, formalmente conocida como NEC y más popularmente como "norma Euro" es el estándar establecido por la Unión Europea para definir de forma técnica los límites de gases de escape y partículas emitidos durante la conducción con el fin de reducir el impacto ambiental de los nuevos vehículos.
La primera versión de la normativa, también conocida como Euro 1, fue aprobada en 1992, marcando un límite de monóxido de carbono de 2,72 g/km para los vehículos de tipo turismo, independientemente de si eran diésel o gasolina. Desde entonces el estándar no ha dejado de endurecer sus exigencias e incorporar nuevos parámetros de medición.
La normativa Euro 7 es la última revisión del estándar. Aprobada en 2024, además de ser la más dura hasta la fecha, con límites mucho más estrictos, incorpora nuevas emisiones contaminantes previamente no registradas y nuevas condiciones de cumplimiento, dando forma a un estándar considerablemente más complejo y difícil de satisfacer.
En su vertiente para vehículos para pasajeros, también conocidos de tipo turismo, la normativa Euro 7 define unos límites más estrictos de emisiones.
En el caso de los motores diésel, las emisiones de gases NOx deberán reducirse de 80 mg/km a 60 mg/km en relación al estándar Euro 6. En teoría, esto equipara las emisiones de óxidos de nitrógeno de un motor a gasóleo con las de un motor de gasolina moderno.
Por su parte, a los coches con un motor de gasolina se les exigirá reducir las emisiones de monóxido de carbono a la mitad, pasando de 100 mg/km a solo 50 mg/km, con lo que se equiparan con las exigencias existentes para motores diésel. Grosso modo, con Euro 7 se aspira a que diésel y gasolina contaminen lo mismo.
motor full hybrid E-Tech 160 CV de Renault Symbioz
Otra diferencia notable es que Euro 7 regulará por primera vez las partículas emitidas por el uso de los neumáticos y los frenos, aplicando este baremo también a vehículos con propulsión eléctrica, hasta ahora exentos de la norma. Concretamente, se imponen 7 mg/km para los frenos de vehículos térmicos e híbridos, y de 3 mg/km para los eléctricos.
Finalmente, Euro 7 establece un periodo de cumplimiento más largo para los límites de emisiones, con 10 años o 200.000 km para turismos, y obligando a eléctricos e híbridos a mantener una capacidad de sus baterías no inferior al 80% tras 5 años o 100.000 km y del 72% pasados 8 años o 160.000 km.
Como gran novedad, la norma Euro 7 no solo cubre vehículos con motores de gasolina o diésel, incluyendo sus posibles hibridaciones, sino también vehículos eléctricos e incluso autobuses urbanos, cubiertos con una disposición especial.
Asimismo, Euro 7 también posee los tradicionales apartados con estándares específicos para furgonetas y transportes de mayor entidad, como por ejemplo camiones.
La aprobación de la norma Euro 7 ha causado un cierto revuelo en la industria automovilística por incorporar vehículos hasta ahora exentos y elevar sus exigencias a nuevos niveles. El ánimo de las autoridades europeas es reducir el impacto ambiental de las nuevas matriculaciones, protegiendo el medio ambiente, pero también la salud de los ciudadanos.
Euro 7 también tendrá un impacto económico considerable. Satisfacer los nuevos requisitos ha forzado una inversión tecnológica considerable que en muchos casos será transmitida a los consumidores en el precio de venta al público. Poder cumplir este tipo de requisitos sin menoscabo a los clientes se encuentra en el corazón de la estrategia de optimización de recursos Speed of Lightness de Renault.
En el caso de Renault, satisfacer los últimos estándares ha requerido una inversión de 1.200 millones de euros.
El cumplimiento de la norma Euro 7 ha resultado ser tan complejo que su aplicación se ha retrasado considerablemente. Así, si la expectativa inicial era que entrara en vigor en julio de 2025 para vehículos ligeros (turismos y furgonetas), ahora se apunta a 2027.
Por su parte, los vehículos pesados deberán cumplir la normativa Euro 7 a partir de 2029.
Puesto que la normativa Euro 7 todavía no está en vigor, no se puede hablar técnicamente de que haya vehículos homologados para su cumplimiento. Sin embargo, Renault ya dispone de mecánicas híbridas y eléctricas compatibles con el estándar, como el nuevo full hybrid E-Tech de 160 CV disponible en Renault Captur y Renault Symbioz, y está trabajando en nuevas soluciones.
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