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27/10/2025
Si tienes un coche con etiqueta C o estás pensando en comprarte uno, seguramente te estás preguntando si podrás seguir moviéndote con libertad por tu ciudad. Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), los protocolos de contaminación y las nuevas normativas municipales han llegado para cambiar las reglas del juego.
En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber: qué implica tener la etiqueta C, qué restricciones hay en cada ciudad, cómo te afectarán los cambios en los próximos años y qué alternativas tienes para seguir circulando sin preocupaciones.

Seguro que has visto esas pegatinas de colores en los parabrisas de muchos coches. Son las etiquetas medioambientales de la DGT, y sirven para clasificar los vehículos según lo que contaminan.
La etiqueta C, reconocida fácilmente por su color verde, se asigna a los coches de combustión moderna, que cumplen las normas europeas de emisiones más estrictas. En concreto:
Contar con esta etiqueta C significa que tu coche contamina menos que los más antiguos, pero más que los ECO o los Cero Emisiones. En la práctica, puedes circular por la mayoría de vías, aunque en algunas ciudades empiezan a aparecer limitaciones en las zonas más céntricas.
Aunque la etiqueta C sigue siendo válida, las Zonas de Bajas Emisiones y los protocolos por contaminación limitan su uso en determinadas circunstancias. Veamos cómo afectan estas normas según dónde conduzcas.

La capital española ha sido pionera en aplicar restricciones medioambientales, y su mapa de circulación se divide en varias zonas:
Además de estas zonas de circulación, existe la posibilidad de que se active el protocolo por alta contaminación, y las restricciones se endurecen:

La ZBE de Barcelona (Rondas BCN) es una de las más amplias de España. Abarca el término municipal y parte del área metropolitana. Los coches con etiqueta C pueden circular habitualmente, aunque en días de alta contaminación pueden aplicarse limitaciones temporales.
Además, el Ayuntamiento ya ha anunciado un calendario de restricciones progresivas:
Ciudades como Valencia, Sevilla, Zaragoza o Valladolid también están implantando sus propias ZBE. En la mayoría de casos, las normas son más suaves al principio:
Circular por una ZBE sin cumplir la normativa puede salir caro. Las sanciones varían según la ciudad, pero suelen ser:
Además, si ignoras un protocolo por contaminación, podrías enfrentarte a multas adicionales o restricciones más severas en el futuro.
La gran pregunta: ¿qué ocurrirá con los coches con etiqueta C en los próximos años? En 2025, los vehículos con etiqueta C siguen circulando, pero las limitaciones se irán ampliando.
El horizonte 2030 marca un cambio importante. La Unión Europea y los planes nacionales de calidad del aire exigen reducir drásticamente las emisiones, y los vehículos con etiqueta C serán los siguientes en verse afectados.
En resumen, 2025 no marca el final para un coche con etiqueta C, pero sí el comienzo de una etapa con más restricciones y más razones para pasarse a un coche ECO o eléctrico.
Depende de tus necesidades. Si usas el coche principalmente fuera de grandes ciudades, un vehículo con etiqueta C sigue siendo una opción equilibrada: eficiente, moderna y con acceso permitido a la mayoría de zonas.
Pero si te mueves a diario por Madrid, Barcelona o capitales con ZBE, puede que no sea la mejor inversión a largo plazo. Las restricciones irán aumentando, y su valor de reventa podría verse afectado.
Antes de decidir, piensa dónde y cómo conduces. Un coche C puede seguir siendo práctico hoy, pero un ECO o Cero Emisiones te dará más libertad mañana. Valora todas las posibilidades en cuanto a consumo y emisiones y no descartes la posibilidad de comprar un coche seminuevo.

Si estás pensando “ya me cansé de esquivar multas” o “quiero un coche que no me complique en los centros y ciudades”, Renault ofrece multitud de opciones que pueden hacerte la vida más fácil. Aquí te dejo algunas de las alternativas que la marca ofrece y por qué son buen camino.
Hay coches Renault que ya te dan ventaja, ya que la compañía lleva años apostando fuerte por la movilidad sostenible, y varios de sus modelos están preparados para ser más compatibles con las exigencias de las Zonas de Bajas Emisiones:
En resumen, la etiqueta C ha dejado de ser un salvoconducto universal en las grandes ciudades. Aunque 2025 no marca su fin, sí confirma una tendencia imparable: las restricciones irán a más. La decisión de mantener o comprar un coche C depende, por tanto, de un análisis realista de dónde conducimos. Para quienes ven la ciudad como su principal escenario, el salto a un vehículo con etiqueta ECO o CERO, como las alternativas híbridas o eléctricas ya disponibles, no es tanto una opción de futuro, sino una necesidad presente para moverse sin preocupaciones
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periodista especializado en motor

