trámites para vender un coche: guía paso a paso

Has decidido cambiar de coche. Tal vez porque necesitas más espacio, o porque ese modelo que te acompañó durante años ya pide un descanso. Empiezas a buscar información, y de pronto descubres que venderlo no es solo poner un anuncio: hay diferentes opciones, además de papeleo, trámites y algunos pasos que conviene hacer bien desde el principio.

En esta guía de Renault te acompañamos paso a paso para que sepas qué documentación necesitas, cómo gestionar los trámites y qué detalles marcan la diferencia entre una venta rápida y una experiencia frustrante.

Antes de publicar un anuncio o quedar con un comprador, hay algo esencial: tener todos los papeles en orden. La documentación es la base de cualquier compraventa segura y el primer indicio de confianza.

Tu coche también tiene su “DNI”, y el comprador querrá verlo. Asegúrate de tener:

• El permiso de circulación, donde figura el titular actual y la matrícula.
• La ficha técnica o tarjeta ITV, con el historial de inspecciones.
• El último recibo del impuesto de circulación (IVTM) pagado.
• El certificado de la ITV en vigor, si el coche tiene más de cuatro años.

Si además conservas el historial de mantenimiento o las facturas de revisiones, inclúyelas. Contar que el coche ha pasado siempre por un taller oficial Renault puede ser un argumento de peso.

Por tu parte, necesitarás identificarte con tu DNI, NIE o CIF (si eres empresa) y comprobar que no hay multas ni impuestos pendientes asociados al vehículo. No está de más pedir un informe de la DGT, para demostrar que el coche está libre de cargas o embargos.

Presentar esta información de manera clara es una señal de transparencia y profesionalidad.

El contrato es el punto de unión entre comprador y vendedor: el documento que acredita el cambio de propiedad. Debe incluir:

• Datos completos de ambas partes.
• Marca, modelo, matrícula y número de bastidor del coche.
• Precio final y forma de pago acordada.
• Fecha, hora y lugar de la transacción.

Lo recomendable es hacer dos copias firmadas, una para cada parte, y acompañarlas de un justificante del pago. Es la garantía de que todo se ha hecho de forma correcta y sin riesgos.

Con los papeles listos, llega el momento de poner en marcha la venta. Cada paso tiene su función, y hacerlo con calma te evitará imprevistos más adelante.

1. Tasación del vehículo

Antes de poner precio, conviene saber cuánto vale realmente tu coche. La tasación tiene en cuenta su antigüedad, kilometraje, estado, versión y hasta la demanda del modelo en el mercado.

Puedes tasar tu coche online en la web de Renault y obtener una valoración en cuestión de minutos. Así tendrás una cifra realista y respaldada por un especialista. Siempre puedes recurrir a una tasación profesional, que te dará seguridad para negociar sin precipitarte y evitará malentendidos sobre el precio final.

En todo caso, si conservas el historial de mantenimiento y las revisiones al día, el coche puede tasarse hasta un 10 % por encima del valor medio. Los compradores valoran mucho el cuidado y la trazabilidad.

2. Comprobación del estado del vehículo

El siguiente paso es preparar el coche para causar una buena impresión. No hace falta dejarlo “de exposición”, pero sí demostrar que ha estado bien cuidado.

Dedícale un rato: limpia el interior, revisa que las luces funcionen, revisa niveles y presión de neumáticos. Si el coche tiene la ITV caducada, lo ideal es pasarla antes de la venta. No solo es un requisito para circular: también transmite confianza.

Pequeños gestos marcan la diferencia. Un coche limpio, con un olor agradable y sin objetos personales dentro, transmite una sensación positiva inmediata.

En el caso de que vayas a venderlo por Internet, haz fotos en un entorno luminoso, con el coche limpio y desde distintos ángulos. Las imágenes profesionales y sinceras —sin filtros ni excesos— suelen atraer más consultas que los anuncios descuidados.

3. Negociación y firma del contrato

Cuando llega un comprador interesado, toca negociar. La clave está en la transparencia: sé claro con el estado real del vehículo y muestra toda la documentación.

A la hora de cerrar la venta, procura hacerlo en un lugar seguro, con ambas partes presentes y con los documentos a la vista. Acepta preferiblemente una transferencia bancaria inmediata o un cheque conformado, evitando pagos en efectivo de grandes importes.

Una vez acordado el precio, se firma el contrato de compraventa y se entrega el coche.

Es un momento importante: simboliza el cierre de una etapa y el inicio de otra.

4. Notificación de la venta a la DGT

Aunque el coche ya esté en manos del nuevo dueño, todavía queda un trámite esencial: notificar la venta a la DGT. Es el paso que te libera oficialmente de toda responsabilidad sobre el vehículo.

Puedes hacerlo online, desde la sede electrónica de la DGT, o de forma presencial en una Jefatura de Tráfico (con cita previa). Solo necesitas el contrato firmado y el justificante del pago.

Este trámite se recomienda hacerlo dentro de los 10 días posteriores a la venta. Una vez realizado, recibirás un justificante: guárdalo como oro, porque es la prueba de que ya no eres el titular.

5. Cambio de titularidad

Este trámite lo gestiona el comprador, pero conviene que tú sepas cómo funciona. Para hacer el cambio de titularidad, la nueva persona propietaria debe presentar:

• El contrato de compraventa.
• El permiso de circulación y la ficha técnica.
• El justificante del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP), que se paga en la Agencia Tributaria de su comunidad autónoma.

Hasta que este proceso no se complete, el coche sigue legalmente a tu nombre, así que asegúrate de que el comprador cumple con la gestión. Una llamada o mensaje amable unos días después de la venta puede ahorrarte dolores de cabeza.

Aunque el proceso de venta es sencillo, hay cuestiones prácticas que conviene tener claras antes de firmar. Estas son algunas de las preguntas más frecuentes que recibimos sobre la compraventa de vehículos.

Normalmente, el comprador asume los gastos de transferencia (impuesto y tasa de la DGT), aunque si lo preferís podéis acordar otra cosa en el contrato. Lo importante es que quede por escrito.

El nuevo titular es quien debe actualizar sus datos en el ayuntamiento para el impuesto de circulación. Aun así, tú puedes notificar la venta para evitar que te cobren el impuesto el año siguiente.

Si vendes el coche a un particular y no obtienes beneficio, no tienes que declararlo. En cambio, si lo vendes por más de lo que te costó, esa diferencia cuenta como ganancia patrimonial y debe incluirse en la declaración de la renta. Las empresas o autónomos deben declararlo siempre.

Lo más recomendable es usar una transferencia inmediata o un cheque conformado, que dejan constancia y garantizan que el dinero está disponible. Evita el efectivo para importes altos: te ahorrará riesgos y complicaciones.

Si el comprador no hace el cambio, el coche seguirá figurando a tu nombre. Eso significa que podrías recibir multas o el impuesto municipal. Por eso es tan importante notificar la venta a la DGT: ese simple paso te protege.

Sí, puedes venderlo, pero el comprador no podrá circular hasta que la pase. En esos casos, suele acordarse un precio menor. Si el coche tiene cita pendiente o ha fallado en una inspección reciente, lo ideal es explicarlo abiertamente.

Vender un coche no es solo una operación administrativa: también es cerrar un capítulo y abrir otro. Con los papeles al día, una tasación justa y los trámites bien gestionados, la experiencia puede ser tan sencilla como entregar las llaves con la satisfacción del deber cumplido.

Si estás pensando en dar el paso hacia un nuevo modelo, empieza por tasar tu coche online y descubre cuánto vale hoy. En el blog de Renault encontrarás más consejos sobre dónde vender tu coche de segunda mano y opciones para financiar tu próximo vehículo.

Porque vender bien un coche es también una forma de empezar con buen pie el siguiente viaje.

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Kote Puerto