cómo preparar tu coche para el invierno (y no solo si vives en el norte)

¿Has notado que el coche parece un poco más “perezoso” por las mañanas cuando llega el frío? No es tu imaginación. Igual que a nosotros nos cuesta salir de la cama en invierno, a los coches también les afecta la bajada de temperaturas. Y aunque no vivas en una zona de nieve, el frío, la humedad o las heladas madrugadoras pueden pasar factura.

Por eso, hoy te contamos cómo preparar tu coche para el invierno sin complicarte la vida. Una pequeña rutina de mantenimiento que puede ahorrarte disgustos (y algún que otro arranque frustrado).

Hay un detalle que a veces olvidamos: el neumático es el único punto de unión entre tu coche y la carretera. Cuatro superficies son las responsables de que frenes a tiempo, tomes bien una curva o mantengas el control sobre el asfalto.

En invierno, ese contacto se vuelve aún más importante. El frío endurece el caucho, el agarre disminuye y las distancias de frenado aumentan. Por eso, cuidar los neumáticos no es solo cuestión de mantenimiento: es una cuestión de seguridad. Aquí van algunas claves sencillas para mantenerlos a punto:

• Revisa la presión al menos una vez al mes. Con el frío, tiende a bajar (unos 0,1 bar por cada 10 °C menos). Una presión incorrecta aumenta el consumo y reduce la adherencia.
• Comprueba la profundidad del dibujo. El mínimo legal es 1,6 mm, pero lo recomendable en invierno es mantenerlos por encima de 3 mm para mejorar el agarre y evacuar mejor el agua o la nieve.
• Si vives o viajas con frecuencia por zonas frías o húmedas, valora montar neumáticos de invierno o all season. Ofrecen un compuesto más blando que se adapta mejor a las bajas temperaturas y a superficies resbaladizas.

No hay nada más desesperante que girar la llave y… silencio absoluto. Con la llegada de bajas temperaturas, las baterías pierden parte de su capacidad y los coches lo notan, sobre todo si pasas varios días sin moverlo.

• Si tu coche es eléctrico o híbrido, intenta mantener la batería por encima del 20 % y cargarlo cuando la temperatura es más templada (por ejemplo, por la noche o en garaje).
• Si tu coche es de combustión, pide una revisión de batería si tiene más de tres años. Una comprobación a tiempo evita que el frío la deje fuera de juego.

Es interesante conocer que los eléctricos de Renault cuentan con sistemas de gestión térmica que mantienen la batería a la temperatura ideal, pero un poco de previsión nunca está de más.

El sistema de climatización no solo calienta: también mantiene los cristales despejados, algo crucial para nuestra visibilidad. Enciéndelo unos minutos cada semana, incluso si no lo necesitas, para mantener el circuito seco y en forma.

En modelos como Renault Megane E-Tech eléctrico o Renault Scenic E-Tech eléctrico, puedes activar el preacondicionamiento fácilmente desde la app My Renault, con solo unos toques. Así entras en un coche calentito… y con los cristales limpios.

El invierno puede espesar el aceite, congelar el anticongelante o afectar al líquido de frenos. Son mantenimientos básicos en cualquier época del año, pero una revisión rápida antes de que llegue el frío puede marcar la diferencia.

• Anticongelante: asegúrate de que protege al menos hasta -25 °C.
• Aceite: usa la viscosidad recomendada por el fabricante.
• Líquido de frenos y dirección: revisa niveles y posibles fugas.

En invierno anochece antes, llueve más y el vaho aparece justo cuando tienes prisa. Vamos con recomendaciones y mantenimientos inevitables:

• Cambia las escobillas limpiaparabrisas si hacen ruido o dejan rayas.
• Rellena el líquido limpiaparabrisas con uno anticongelante (no, el agua sola no vale).
• Revisa que todos los faros funcionen correctamente. Es tu mejor aliado cuando el cielo se pone gris.
• Limpia también los cristales por dentro; la suciedad interna favorece el empañamiento.

Todos tenemos ese cajón en casa donde guardamos cosas “por si acaso”. Pues el coche también merece el suyo. Hablamos de un pequeño kit de invierno puede sacarte de un apuro y convertir un imprevisto en una simple anécdota. 

• Rasqueta para el hielo: indispensable para las mañanas de escarcha. Si vives en una zona muy fría, puedes añadir un pulverizador descongelante para limpiar el parabrisas en segundos.
• Guantes y gorro: parece obvio, pero más de uno se ha arrepentido de no tenerlos cuando ha tenido que cambiar una rueda a -2 °C.
• Linterna (preferiblemente de dinamo o con pilas nuevas): porque no todos los contratiempos ocurren de día.
• Manta o abrigo extra: si alguna vez tienes que esperar asistencia, agradecerás ese calor adicional.
• Cadenas o fundas textiles: incluso si solo haces viajes ocasionales a la montaña, mejor llevarlas que arrepentirse. Dedica un tiempo a aprender a usarlas.
• Botella de agua y algo de comida energética (barritas o frutos secos): pequeños aliados para los trayectos largos.

Tener este kit a mano no solo te prepara para el frío, sino que transmite esa tranquilidad que se siente cuando sabes que lo tienes todo bajo control. Al final, el invierno no se trata solo de resistirlo, sino de disfrutarlo con la confianza de estar preparado.

La humedad y la sal de la carretera pueden dañar la pintura o las gomas. Lávalo con frecuencia y aplica una capa de cera protectora. Y si notas que las puertas se pegan al abrir, lubrica las juntas con productos de silicona. Tu coche (y tus manos congeladas) te lo agradecerán.

Preparar tu coche para el invierno no es solo una cuestión de mantenimiento: es una forma de cuidar de ti y de los tuyos. Con unos pequeños gestos —revisar la batería, los neumáticos, la climatización o la visibilidad— puedes afrontar los meses fríos con la tranquilidad de saber que tu coche está listo para todo.

En Renault, sabemos que cada trayecto importa, también cuando las temperaturas bajan. Por eso, toda nuestra gama —desde los eléctricos E-Tech hasta los SUV familiares— está pensada para ofrecerte seguridad, confort y eficiencia durante todo el año.

Así que este invierno, disfruta del camino sin preocuparte por el frío. Nosotros ponemos la tecnología, tú solo tienes que poner la ilusión del próximo viaje.

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Kote Puerto