Trucos y Consejos
27/11/2025
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Conducir con la carretera nevada o helada puede ser uno de los mayores retos que nos podemos encontrar como conductores. Pero no por ello debes desistir de disfrutar de los hermosos paisajes nevados o de acudir a las pistas de esquí, pues son miles de personas en nuestro país las que acuden cada año a estos destinos sin ningún tipo de problema o contratiempo.
Ya hemos visto anteriormente las recomendaciones para circular en diversas condiciones adversas (lluvias, vientos, niebla…), pero si va a ser tu primera vez yendo a un destino de montaña, o la previsión meteorológica avisa de nevadas durante un trayecto que tienes programado, debes estar especialmente preparado. Hemos elaborado para ti esta guía con todas las precauciones que debes tomar antes y durante el trayecto, y cómo actuar si te encuentras en determinados escenarios.
La mitad del trabajo de prevención para circular con nieve se realiza antes de emprender el trayecto, con varios días e incluso semanas de antelación. Aunque la distancia sea de apenas unos kilómetros, los siguientes preparativos son fundamentales para evitar cualquier susto o contratiempo.

Una vez que tenemos todo listo para emprender la marcha, la clave para circular en condiciones de nieve es actuar con suavidad en todas las acciones y maniobras que hagamos. Además, hay diversas circunstancias en las que debemos tener claro cómo actuar para evitar cualquier susto o contratiempo.
Hay que recordar que algunos vehículos cuentan con modos de conducción específicos para la nieve, como el Multi-Sense Snow que podemos encontrar en modelos como Renault Captur full hybrid E-Tech o Renault Austral full hybrid E-Tech con el pack Extended Grip.
Si iniciamos o reanudamos la marcha ya con la vía nevada, una buena técnica es arrancar en segunda o en marcha corta (con transmisión automática) para evitar el par inicial y que las ruedas patinen. A partir de ahí aceleraremos de forma muy suave hasta alcanzar poco a poco la velocidad deseada con marchas lo más largas posible. Si nuestro coche es híbrido o eléctrico, el par inmediato nos ayudará a iniciar la marcha de forma más precisa.
En cuanto nos encontremos nieve sobre el asfalto de la vía, debemos reducir la velocidad a una que nos permita reaccionar con margen ante cualquier imprevisto. Circularemos en la medida de lo posible en marchas largas, con 1.500-2.500 rpm y manteniendo la velocidad constante para evitar que los neumáticos patinen. Con el aumento de la distancia de frenado por causa de la menor adherencia, también debemos aumentar considerablemente la distancia de seguridad con los vehículos que llevamos delante.
Cuando circulemos por una vía nevada o helada, en general debemos evitar los frenazos bruscos. Lo ideal es que, para reducir la velocidad, bajemos a marchas más cortas de forma gradual para utilizar el freno-motor. Si nuestro coche es híbrido o eléctrico, también podemos usar la frenada regenerativa para reducir la velocidad, pero mejor en niveles bajos de retención para que no sea muy brusca. Si aún con todo tenemos que pisar el pedal de freno, lo haremos siempre de forma muy suave y a pequeños toques.
Uno de los momentos más difíciles para la tracción de nuestro vehículo será en las pendientes, aunque si contamos con un coche eléctrico o híbrido contaremos con ventaja. En subida seguiremos con la regla general de mantener la velocidad constante y en la marcha más larga posible, procurando evitar detenernos en medio de la pendiente. En bajada, usaremos marchas más cortas para que el freno-motor haga retención del vehículo y evitar así el uso del freno.
Para tomar las curvas con la mayor seguridad posible, debemos reducir la velocidad antes de entrar en su trazado y mantenerla constante una vez estemos dentro de ella. La maniobra con el volante debe ser suave y sin giros bruscos para evitar desequilibrios. Si debemos reducir la velocidad, mejor levantando suavemente el pedal del acelerador para frenar con el freno motor paulatinamente.

Aún siguiendo al milímetro estas indicaciones, siempre hay posibilidades de encontrarnos en una situación comprometida o de riesgo. Saber cómo actuar en cada caso puede suponer la diferencia entre un simple susto o un grave accidente.
Lo primero que tenemos que hacer ante esta situación es mantener la calma y confiar en la tecnología de nuestro coche. Los vehículos Renault, además del imprescindible sistema ESP, también pueden contar con otros sistemas avanzados como el 4Control Advanced, presente en modelos como Renault Espace full hybrid E-Tech o Renault Rafale hyper hybrid E-Tech.
En todo caso, si se produce la pérdida de adherencia, debemos recordar no frenar nunca bruscamente y reducir la velocidad levantando el pie del acelerador o reduciendo las marchas de forma suave.
Si la pérdida de adherencia se produce en la parte delantera (subviraje), debemos abrir suavemente la dirección para recuperar el control de la trazada. Si en cambio se produce en la parte trasera (sobreviraje), debemos girar el volante en la dirección opuesta al derrape (contravolantear) hasta que el coche se coloque.
En este caso, debemos evitar acelerar a fondo porque nos hundiremos más aún. En vez de eso, trataremos de acelerar suavemente a baja velocidad, algo que debería bastar si nuestro coche cuenta con tracción integral (como el Renault Rafale hyper hybrid E-Tech 4x4).
Si aún así no lo conseguimos, podemos probar la "técnica del balanceo", que consiste en movernos suavemente hacia adelante y hacia atrás tratando de evacuar la nieve y ganar algo de tracción. Podemos ayudarnos colocando delante de las ruedas motrices algún cartón, la alfombrilla del coche o alguna sustancia como arena o sal que pueda aumentar la tracción.
La DGT utiliza un código de colores para indicarnos el estado de las carreteras y las posibles restricciones de circulación. Si bien podemos circular con precaución con los niveles verde y amarillo, con nivel rojo solo deberíamos hacerlo con neumáticos de nieve o cadenas. En cambio, con nivel negro, deberiamos buscar un lugar seguro para estacionar e interrumpir la marcha.
Si hemos tenido la mala suerte de quedarnos atascados y no poder estacionar en un lugar seguro, las consignas de emergencia son claras:
Además de los protocolos y recomendaciones para actuar en situaciones concretas, hay una serie de consejos que podemos aplicar de forma general mientras circulamos por la carretera nevada.

Si seguimos estas recomendaciones y consejos, no deberíamos tener problemas para circular en carreteras nevadas. La nieve no debería ser un impedimento insalvable si se aborda con la seguridad y el respeto que se merece. Por si fuera poco, los vehículos Renault cuentan con los mejores sistemas para afrontar este tipo de situaciones, y nos permitirán llevar a cabo el trayecto de forma sosegada y sin sobresaltos.
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