Una tecnología probada
El GLP es un gas licuado del petróleo que se fabrica aplicando presión al butano y al propano, que pasan del estado gaseoso al líquido, ocupando un menor volumen y facilitando así su transporte y distribución.
La tecnología GLP es una bicarburación que permite a los vehículos equipados circular, tanto con la motorización térmica, como con GLP, y aumentar así la autonomía del vehículo.
GLP y gasolina: ¿cómo funciona?
El GLP es un gas licuado del petróleo que se fabrica aplicando presión al butano y al propano, que pasan del estado gaseoso al líquido, facilitando así su utilización.
Los vehículos GLP son distintos a los vehículos híbridos eléctricos. Disponen de un sistema de bicarburación con dos depósitos. Un deposito de gasolina habitual y un segundo depósito destinado al GLP. Este depósito está ubicado en el hueco de la rueda de repuesto, para no modificar el volumen del maletero, y se rellena mediante un orificio situado en la trampilla de llenado.
Los vehículos GLP disponen de una válvula antirretorno, un limitador de llenado al 80%, un limitador de caudal y una válvula de seguridad para garantizar su uso.
Tu vehículo circula tanto con gasolina como con GLP y cambia de un modo al otro automáticamente cuando se vacía uno de los depósitos. Cambia del modo térmico al modo GLP donde y cuando quieras gracias a un conmutador.
Una tecnología fácil de usar
Los vehículos GLP disponen de un depósito específico situado en el hueco de la rueda de repuesto para no modificar el volumen del maletero. Puedes llenar este depósito en casi todas las estaciones de servicio de gasolina en menos de dos minutos.
Un carburante económico
El consumo de GLP es, aproximadamente, un 25% superior al de gasolina. No obstante, la presencia del doble depósito permite una autonomía mayor que la de un vehículo diésel.
Además, el GLP es más barato, de media, es un 50% más barato que la gasolina y un 40% más barato que el diésel. Su gran consumo se ve recompensado por su bajo precio y te ayudará a ahorrar.
Los vehículos GLP son menos contaminantes que la mayoría de los vehículos térmicos. No contienen ninguna sustancia tóxica para el medio ambiente y no emiten partículas tóxicas, lo que los convierte en una primera alternativa para combatir la contaminación provocada por los automóviles.
Los GLP Renault disponen también de un filtro adicional para garantizar que el vehículo no emita ninguna partícula.
Los vehículos GLP no se ven afectados por las restricciones de circulación durante los picos de contaminación. Los avances tecnológicos de los últimos años les permiten beneficiarse de la etiqueta ECO, con importantes ventajas para circular en ciudades como Madrid y Barcelona .
La transformación GLP se efectúa durante la fabricación del vehículo para garantizar una máxima seguridad.
El vehículo dispone de un depósito más resistente, una válvula de alta seguridad y una válvula antirretorno, un limitador de llenado al 80% y un limitador de caudal para garantizar un mínimo riesgo. Además, los vehículos GLP cuentan con una garantía del fabricante total sobre el vehículo y la transformación.
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