Trucos y Consejos
17/6/2025
Imaginémonos la situación, paramos en la estación de servicio, empezamos a repostar y cuando llega el momento de pagar (o llevamos medio depósito lleno), llega la sorpresa: estábamos echando gasolina de un octanaje que no es el recomendado para nuestro coche.
¿Hay alguna clase de problema si se echa gasolina de 98 en un coche preparado para gasolina de 95? ¿Se pueden perder prestaciones? Afortunadamente no es una situación tan grave como cuando se echa gasolina en un automóvil con motor diésel, pero eso no quiere decir que no haya algunas consideraciones a tener en cuenta.
Cuando hablamos de octanaje, también conocido como número de octano o índice de octano, nos referimos a la posición en la escala que mide la resistencia a la detonación de un combustible cuando entra en los cilindros del motor y es comprimido.
A mayor octanaje, más resistente a la detonación es ese combustible y por tanto más eficiente es el motor. Dicho de otra forma, la gasolina de 98 octanos tiene un funcionamiento más limpio y energético que la gasolina de 95 octanos, por lo que en teoría es un combustible más recomendable cuando se buscan las máximas prestaciones.
Como curiosidad, cabe señalar que combustibles alternativos como el etanol pueden tener un octanaje superior a 100, pero no son de uso generalista o suelen aparecer en forma de mezcla.
Generalmente hablando, la mayoría de los híbridos poseen motores pequeños y con una relación de compresión que hace innecesario el uso de gasolina de 98 octanos. El apoyo del motor eléctrico es suficiente para desplazar el vehículo o apoyarlo en condiciones de uso urbano, reduciendo el consumo de combustible, y el motor térmico suele tener un cubicaje pequeño, a veces incluso con tres cilindros, por lo que la gasolina de 95 octanos es suficiente. Ante la duda de qué es un coche híbrido y cómo funciona, puedes consultar nuestro artículo explicativo.
Esto, en cualquier caso, no quiere decir que no haya híbridos en los que se recomiende el uso de gasolina de 98 octanos. Ante cualquier duda, conviene consultar el manual de usuario del vehículo y la información que suele aparecer en la tapa del depósito.
Regresando al escenario del susto en la estación de servicio, nos gustaría tranquilizarte: no pasa absolutamente nada si echas gasolina de 98 octanos en un coche fabricado para funcionar con gasolina de 95 octanos. Cuando hablamos de coches de 95 octanos, ambos combustibles se pueden utilizar de forma indistinta.
En cierto modo, es casi como consumir suplementos de vitaminas cuando ya se lleva una dieta saludable: no te van a sentar mal, pero tampoco los vas a aprovechar. La gasolina de 98 octanos se ha formulado para aportar un extra de rendimiento en coches de grandes prestaciones, y si no es tu caso, tan solo notarás que pagas más dinero al abandonar el surtidor, puesto que suele ser una gasolina más cara.
Por otro lado, el uso de gasolina de 95 octanos en un coche que precise gasolina de 98 octanos puede tener un impacto negativo en la combustión, puesto que contiene una mayor cantidad de azufre y detona con mayor facilidad. No se percibirá físicamente con traqueteos o un mal comportamiento, pero, si se hace de forma continuada, a largo plazo podría generarse un desgaste mayor o imprevisto de algunas piezas, afectando a su fiabilidad.
La mezcla de gasolina de 95 y 98 octanos no es en sí misma recomendable. Si el coche funciona con gasolina de 95 octanos, no va a mejorar en absoluto sus prestaciones, y si lo hace con 98 octanos, utilizará un combustible con unas propiedades inferiores, lo que podría reducir su fiabilidad.
Dicho de otra forma, ningún coche, híbrido o térmico, se beneficia de este tipo de mezclas, y en el caso de los coches preparados para utilizar gasolina de 98 octanos, puede incluso generar un ligero perjuicio para su motor.
Así las cosas, la pregunta parece clara: ¿Qué tipo de gasolina debería usar? Afortunadamente, la respuesta es igual de sencilla: la que recomiende el fabricante para tu coche.
Si tu coche es de 95 octanos y echas gasolina de 98 octanos, el motor no se resiente, pero tu cartera sí. Estarás pagando más por llenar el depósito para no mejorar en absoluto el rendimiento del vehículo.
Por otro lado, si tu coche es de 98 octanos y echas gasolina de 95 octanos, ahorrarás algo de dinero al llenar el depósito, pero el motor no estará funcionando como debería. A largo plazo, si te acostumbras a echar 95 octanos de forma sistemática, podrías aumentar el riesgo de sufrir una avería.
Por este motivo, es importante ceñirse a las recomendaciones del fabricante. Y aunque el coche no se va a estropear por un error puntual, prestar atención al surtidor de la gasolinera.
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