Es verdad que, todavía, la inversión inicial que tenemos que hacer para adquirir un vehículo eléctrico es ligeramente mayor que uno convencional. Sin embargo, los vehículos eléctricos pueden beneficiarse de subvenciones nacionales y regionales. Consulta las ayudas nacionales y regionales a la adquisición de vehículos eléctricos vigentes.
Además del ahorro en combustible, el gasto en mantenimiento es mucho menor (no hay aceites ni lubricantes, escaso desgaste de frenos, ausencia de transmisiones mecánicas, etc.). Y por supuesto, el ahorro en emisiones a la atmósfera de CO2 y partículas.